CIRUGÍA REASIGNACIÓN
MUJER – HOMBRE (MaH)

La identidad de género es el sentimiento de pertenecer a uno de los géneros que la sociedad tiene establecidos hoy en día: mujer u hombre. Este último es el caso del hombre transexual. El sentimiento de pertenencia no tiene que ver con la orientación sexual.
De manera natural, dicha identidad se suele manifestar ya en la primera infancia, cuando el niño o niña empieza a entender el concepto de “yo” y a identificarse como miembro de un género u otro. Es entonces cuando puede descubrir que su anatomía no se corresponde con su género. En el caso del hombre transexual, se siente niño a pesar de haber sido identificado al nacer como niña.

Así pues, por hombre transexual se entiende una persona que al nacer fue asignado a un género femenino pero, sin embargo, se siente identificado con el género masculino. También conocido con las siglas MaH.

LA CIRUGÍA COMPRENDE

  1. La WPATH, en los estándares de cuidado para los pacientes transexuales, transgénero y no conformes con su género, propone criterios para las cirugías a las que se someten los pacientes transexuales.
    En el caso de la faloplastia o metaidoiplastia, los criterios que propone son los siguientes:

    • Transexualidad persistente y bien documentada
    • Capacidad para tomar una decisión y consentimiento plenamente informados sobre el tratamiento
      Mayoría de edad en el país
    • Si hay problemas médicos o psicológicos presentes, deberán estar bajo razonable control.
    • 12 meses continuados de terapia hormonal adecuada a la meta del género del paciente (a no ser que tenga contraindicaciones médicas o no pueda o no quiera tomar hormonas)
    • 12 meses continuados de experiencia de la vida real en un rol de género que sea congruente con su identidad de género.

TRATAMIENTO HORMONAL

La hormonación o tratamiento hormonal que reciben las personas transexuales tiene como objetivo que su cuerpo adquiera las características sexuales secundarias del sexo con el que se identifican. Por ello, los tratamientos hormonales son muy importantes para los pacientes transexuales, tanto en el proceso de transición anatómico como en su bienestar psicológico. Desde el punto de vista médico, estas hormonas son necesarias para la adaptación de la persona a su nuevo género.

En todos los casos, el tratamiento hormonal ha de ser prescripto por un médico especialista en endocrinología, quien brindará asesoramiento, ajustará la dosis requerida para cada caso en particular, valorará los riesgos para cada paciente y realizará el seguimiento oportuno.

Inhibidores hormonales
Con el fin de evitar que el cuerpo de un niño transexual adquiera unos rasgos distintos a los de su identidad de género, puede recomendarse un tratamiento farmacológico consistente en inhibidores hormonales o bloqueadores de la pubertad. Este tratamiento tiene como objetivo impedir el proceso de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios durante la pubertad y la adolescencia. Este no es un tratamiento irreversible, pues una vez se abandona, el desarrollo hormonal continua biológicamente normal.

Cuando el paciente sigue el tratamiento prescrito por el especialista, se siente y tiene un aspecto más similar a los miembros del género que desea tener.

Según se ha comprobado, los pacientes transexuales masculinos sometidos al tratamiento hormonal experimentan ciertos cambios. Los más habituales son:

  • Un tono de voz más grave
  • Mayor fuerza en la parte superior del cuerpo
  • Aumento de peso
  • Descenso en el volumen adiposo de las caderas (disminuye la grasa acumulada en esta zona)
  • Incremento del vello facial
  • Incremento del vello corporal
  • Alopecia de distribución similar a la masculina
  • Atrofia mamaria leve
  • Agrandamiento permanente del clítoris
  • Mayor interés sexual
  • Mayor capacidad de excitación

Es posible que los efectos máximos de la hormonación no se den hasta pasados uno o dos años desde su inicio. La respuesta de cada paciente a este tratamiento depende de su herencia genética.

CONTROL PSICOLÓGICO

El control psicológico del paciente es indispensable para diagnosticar un caso real de transexualidad o disforia de género. Y descartar cualquier trastorno parcial o transitorio de identidad de género y otras alteraciones psiquiátricas que cursan con alteración de la percepción de la realidad.

El profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) es quien debe guiar al paciente en la aceptación del nuevo rol masculino y quien valorará la idoneidad o no de seguir con los siguientes tratamientos: hormonación y Cirugía de Reasignación Genital.

Además, el psicólogo o psiquiatra puede exigir que el paciente siga una psicoterapia durante el periodo de experiencia de vida real, o durante los procedimientos médicos o quirúrgicos con la finalidad de conseguir el máximo bienestar en el proceso hacia su verdadera identidad de género.

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